Bernasconi: "Los niños se detienen en el detalle del dibujo, y me gusta allí dejarles pistas"
- culturacasatomada
- 25 oct 2020
- 5 Min. de lectura
El artista plástico presentó "Burundi", su nueva colección de libros y dialogó con Casa Tomada sobre la experiencia

Pablo Bernasconi lanza una nueva colección de libros “Burundi”, con editorial Catapulta, que propone tratar diferentes temáticas propias de la sociedad actual destinado a niñas y niños, con el genial estilo que lo caracteriza y encarando nuevamente todas las aristas del libro: imágenes, texto y diseño. En diálogo con Casa Tomada, el artista plástico y escritor se refirió a este proyecto y cómo es trabajar para los más pequeños, sin menos preciarlos y desde el desafío intelectual.
“El planteo inicial es de una colección de 12 libros, con cuatro ya listos, dos salieron y dos están pronto a hacerlo. Se plantean 12 temas que tienen mucha vigencia en la actualidad, con varias cosas que afectan a la humanidad, los problemas que está teniendo el planeta, la ecología, son muchas cosas que yo quería tratar en un formato que fuese accesible para la literatura infantil y juvenil”, aseguró Bernasconi, que agregó: “Busqué retratarlos desde un lugar con mucha metáfora, ser tangencial en esto, y por eso elegimos a los animales, que siempre están como en un planteo paralelo de nuestra sociedad. Cuando elegimos a los animales y empezamos a ver en ellos los arquetipos de las personas, quisimos fusionarlo con las situaciones que hoy se reflejan en la sociedad”.
- De todas formas, en tu trabajo se evidencia una buena relación con el mundo animal.
- Sí, en este caso los animales son los disparadores de los temas que se tratará en cada libro. A partir de allí, aparecen los personajes, su diseño, la ilustración y la imagen que es característica de lo que a mí me gusta. Me llaman mucho la atención, sobre todo las diferencias entre ellos, me gusta provocar lo que puede ser la relación entre una jirafa y un topo, por ejemplo. Hay situaciones que son divertidas y que en esa búsqueda comienzo a escribir sobre Burundi, y cada libro tiene su título en esta línea: “De espejos, alturas y jirafas”, o “De falsos perros y verdaderos leones”, es el libro de algo.
El artista se refirió a la actualidad de la literatura infantil, y consideró que hay una “efusividad, un encuentro del placer en la lectura y también una apuesta a la nutrición intelectual y artística, que niñas y niñas tienen un vínculo más fluido, los libros ya no sólo se encuentran en librerías, sino que también en muchos otros formatos en stands, exposiciones, ferias, hay un lazo que se está fortaleciendo”, sostuvo, y agregó que desde hace un tiempo se evidencia esto en Argentina, con más intensidad en los últimos años: “Es un lazo entre autores y niñas y niños que es muy positivo”, dijo.
- En esta línea, ¿se deja de menospreciar al niño y se le propone un desafío intelectual desde la literatura?
- Por supuesto. Claro que hay de todo, pero en la intensión de de muchos actores, entre los que me incluyo, de ninguna forma está menospreciar ni la inteligencia ni la actitud de los niños hacia los libros. De todas formas, también te encontrás con mucho material que apuesta a eso y es una estructura vieja a la que no adhiero. Hay elecciones para todo, incluso en la forma en la que los maestros en las escuelas eligen los libros hay una dependencia de las directivas de cada institución, aunque se fortalece el camino de una literatura más inteligente, con más búsqueda, que no es condescendiente.

- En el “Burundi”, ¿son todos textos propios?
- Sí, en general cuando empiezo un libro me gusta manejar los tres elementos: texto, ilustración y diseño. Hago las tres patas del proyecto, y los textos, al tener toda una proyección respecto de los arquetipos a los que me refería, planteo el texto en base a eso.
- Esta relación del hombre con los animales se da desde siempre y con muchas inspiraciones para inventos que surgen de la fauna. Es algo que también se ve en tu obra, esa mixtura entre el ser humano y la naturaleza.
- En la historia de los inventos de la humanidad, la búsqueda a través de observar la evolución de los animales siempre ha sido innovadora, desde la historia de la aviación, hasta los estudios actuales de ingenieros sobre nanotecnología para saber por qué los colibríes no se prenden fuego con su aleteo. Es algo maravilloso, hay siempre una mirada de estudio desde la humildad.
- A la hora de dibujar, ¿hay un cambio de chip de acuerdo al público al que va destinado? En este caso para los niños y por otra parte retratos que pueden ser para adultos.
- No creo que cambie el chip, pero sí trato de buscar cómplices que tengan un conocimiento diferente. Cuando trabajo un retrato hay cierta información que tienen los adultos y por suerte no tienen los niños, entonces apuesto a datos históricos o intelectuales. Cuando el dibujo es para niños, sucede lo mismo, a ellos les interesa un tipo de información que quizás a los adultos les pasa por encima, como puede suceder con la búsqueda del detalle. Los niños tienen una búsqueda de lo micro que casi ningún adulto tiene el tiempo ponerse a ver un numero dentro un cuadrito, son pistas que yo planto a propósito para acercarme a la mirada infantil.

Uno de los retratos destacados de Bernasconi es el del personaje “Rocky”, de la película de Sylvester Stallone, y sobre esa obra destacó que hay códigos referidos a quien vió la película, pero sobre la experiencia que tuvo con el retrato indicó que “los adultos se espantaban, tenían rechazo, pero era uno de los más acudidos por los niños, que se reían al verlo, les atraía más a ellos que a los adultos, aún sin saber de qué hablaba, quizás no se daban cuenta que era un boxeador”, explicó.
Pablo tiene dos hijos: Nina y Franco, y consultado si ellos son sus asesores a la hora de trabajar en algún proyecto, sostiene que sí, pero “trato de lanzarme sin prejuicios, porque las influencias pueden ser peligrosas, pero después les muestro a ver si les gusta, incluso he cambiado algunas cosas”, comenta.
Nuevas experiencias
Durante la cuarentena, Pablo compartió desde sus redes “un cuento por día”, con videos cortos con los que difundía parte de su trabajo. “Fue algo espontáneo, me pareció que todos los días eran iguales, no había jueves o domingo, era como que todos los días tenían el mismo color, entonces pensé que desde los cuentos uno puede transmitir ciertos estados diferentes, y al leerlas y acercarme desde mi lugar, el jardín de mi casa, podía cambiarle un poco el color a los días”, comentó el artista plástico.
Del mismo modo, participó en “Bretón”, un juego de mesa con cartas que incluye sus dibujos. “Desde hace tiempo me habían propuesto ilustrar los juegos, y el problema era hacer algo lo suficientemente abierto y lúdico en el que mis imágenes tuviesen un aporte interesante, y este juego es muy libre y surrealista, con cadáver exquisito, búsqueda creativa, escritura automática, cosas a partir de los naipes que está muy bueno”, comentó Bernasconi.
Luis Schlossberg
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